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La afición de un cantero aficionado



por Berta Lázaro Martínez

Una de las actividades que llevó a cabo mi padre en los primeros años de su jubilación fue la grabación de cien piedras con los topónimos de Trébago.

Entre el 17 de Junio de 1992 y el 1 de mayo de 1994 (como él recoge meticulosamente en sus escritos), provisto de sus herramientas de trabajo y, si la caminata era larga, de un pequeño almuerzo, recorrió una vez más los parajes de Trébago, y yo supongo que, en algunos casos, por última vez. Visitó fuentes y corrales, desbrozó sendas, oteó barrancos, anduvo caminos y se alzó en peñascos y cerros para dejar en todos los rincones una muestra de su cariño por estos lugares en forma de piedra grabada con el topónimo correspondiente.

Su intención y motivaciones están claramente expuestas en su cuaderno de notas, precisamente en la última página, en la referencia que acompaña a la piedra grabada nº 100:

"El día 17 de junio de 1992 di comienzo a la obra con la grabación nº1, y como entonces anoté, nació con la pretensión de ser la primera de una serie de cien. Hoy, en la fecha señera del 1º de Mayo (después de transcurridos casi dos años), veo culminada esta obra que me llena de satisfacción. Una obra que en ciertos momentos también me hizo pensar si sería tarea excesiva a mis fuerzas; pero se impuso mi voluntad. El ánimo que me dieron casi todos los que de ella supieron fue decisivo. Sin apoyo moral difícilmente la hubiera acabado ¡gracias a todos!. Esta inscripción que rubrica esta pequeña aportación al acervo cultural del pueblo de Trévago está grabada en la parte del poyo de la Yedra que llega a la esquina de la casa de la puerta verde y está aislado del resto del poyo por un hueco que hemos suplido con un tronco de chopo que yo preparé de los que crié en el huertecillo de la Carrera y que hoy también ha quedado colocado con la colaboración de unos cuentos vecinos".

Pepe (José Lázaro Carrascosa) llevó al día un cuaderno (Catálogo de la grabación de los cien topónimos del término de Trébago, como él lo denomina) en el que anotaba con gran precisión detalles de su trabajo, la fecha, el lugar en el que quedaba la piedra con la inscripción, medidas de la misma y, a veces, un pequeño croquis con indicaciones para localizarla. En una etapa posterior realizó fotografías de la mayoría de ellas. Por eso, hoy podemos ofrecer a los lectores de "La Voz de Trébago" está información sobre esas piedras grabadas que transcribimos literalmente, tal y como aparece en las anotaciones junto a cada referencia.

Invitamos, especialmente a los más jóvenes, a que vayan a los lugares que les proponemos, encuentren la piedra que los señala, y recuerden (o aprendan, en su caso) estos nombres que forman parte de nuestra historia. Que las resonancias antiguas y mágicas de La Cueva de la Mora Encantada, El Corral de las Ánimas o Las Peñas del Aceite, la rotundidad de El Mojón Grande o La Peña del Mirón, la lejanía de Los Cerros, la frescura de El Frontal, el agua de las fuentes que fueron (La Martillería, la Fuente del Lugar, la Fuente Marta) y la evocación de lugares tan queridos por los trevagüeses como Valmayor, el Camino de la Virgen, La Tenería, o La Canal junto con todos los demás términos hermosos que nombran nuestros lugares, perduren durante mucho tiempo en nuestra memoria colectiva.


Inscripción Nº 12. Barranco de Valmayor
17 de septiembre de 1992

Comencé ayer y hoy he terminado de hacer esta inscripción en el peñascal que hay a la margen izquierda (subiendo) del Río Manzano a la altura de la última alcantarilla del camino que llega a Valmayor. Desde esta alcantarilla a donde se entra a los merenderos y la fuente hay unos 100 metros aproximadamente.


Inscripción Nº 13. Barranco y corral de Carabantes
10 de noviembre de 1992

La grabé hoy, día 10 de noviembre en una piedra que está a unos 10 ó 12 metros de la pared del corral viejo de Carabantes (pared norte). La piedra tiene unas dimensiones de 0'75 m por 0'75 y por 0'30.


Inscripción Nº 14. Los Juncarejos
Grabación realizada el 11 de noviembre de 1992

Grabado en una piedra de las que clavé para resguardar la carrasca de la pieza del abuelo, que va del Barranco grande a los huertos del Canalón. Esta encina que sembrara mi bisabuelo Víctor Lázaro allá a principios de este siglo, fue objeto de singular cuidado primero de mi padre y después mío, y entre los dos hemos cubierto el ciclo de casi un siglo que tiene el árbol. A la pieza se le ha llamado siempre familiarmente "la pieza del abuelo", pero hoy al jubilarme como labrador, le llamamos "la de la carrasca".


Inscripción Nº 49. Barranco y chopera de La Dehesa
19 de noviembre de 1993

La he grabado esta mañana. La piedra está en el orillo de la izquierda del camino que hay junto a la chopera. Es una piedra que sacaron las máquinas cuando se roturó el barranco para plantarlo de chopos y tiene unas dimensiones de 1'40 de larga por 1 de alta y 0'80 de gruesa. La fecha que va en números romanos es la del día y año en que se plantaron los primeros chopos. (La segunda plantación se hizo el año1991, el día 11 de abril se acabaron de plantar).


Inscripción Nº 9. La Aguzadera
29 de junio de 1992

La piedra se halla a media distancia entre el camino de La fuente Marta y la senda del mismo nombre de La Aguzadera, a la altura de 75 pasos contados desde el árbol gordo que hay en la entrada del camino del Pastizal de la Mata siguiendo el de la Fuente Marta.
La piedra está en una pequeña risquera y mirando al Cerro de Pegado (por donde sale el sol en este tiempo).
De la palabra aguzadera dice el diccionario (entre otras definiciones): sitio donde acuden los jabalíes a aguzar los colmillos.


Inscripción Nº 56. Piedra del Tío Sartén
2 de diciembre de 1993

La grabé esta tarde (me acompañó mi hija Iris). El nombre corresponde a la piedra de la derecha, monolito natural que la erosión y los siglos han labrado y que la leyenda popular atribuye al "Tío Sartén", hombre hercúleo que la pingó en ayunas (tan sólo con una copa de aguardiente), aunque el singular esfuerzo que tuvo que realizar le ocasionó la muerte, siendo enterrado al pie de dicha piedra.
El lugar: solana de la Peña del Mirón, junto a los corrales del mismo nombre. Tiene 5 metros de altura.


Inscripción Nº 87. Corral y Pasillo de La Virgen
27 de marzo de 1994

Como se indica en el dibujo, esta inscripción la hice en tres piedras de la pared este del semi-derruido corral llamado de La Virgen y a la altura del pasillo del mismo nombre, vado por donde cruza el río Manzano la Senda de la Carrasca que de ahí arranca.


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