Asociación
  Ayuntamiento
  Dejar tu Firma
  Fiestas
  Geografía
  Historia
  Noticias
  Qué hacer
  Rally
  Revistas
  Ver Libro de Firmas
  Alojamiento rural
 
     
 

Presencia celtibérica en La Rinconada



por Rufino Gómez Villar

Retomando el trabajo de D. Santiago Lázaro Carrascosa publicado en la revista nº 2 de La Voz de Trébago, quiero aprovechar para hacer aquí algunas consideraciones sobre la presencia celtibérica en La Rinconada y alrededores.

Aparece en aquella revista un dibujo de una lápida epigráfica, con caracteres ibéricos, encontrada en Trébago. Podemos decir que el elemento más importante a la hora de definir la cultura de un pueblo es la lengua. A través, fundamentalmente, de la epigrafía, la toponimia y la numismática, la lengua mejor conocida dentro del área celta peninsular es el Celtíbero.

La lengua que se habló en la región que los textos clásicos romanos llaman Celtiberia, más o menos el país extendido entre el norte de Burgos y la provincia de Guadalajara, y desde las fuentes del Ebro hasta la actual provincia de Teruel, se transcribió mediante el alfabeto ibérico. Dicho alfabeto tiene su origen en el Mediterráneo oriental, y es un conjunto de signos que representan letras y a veces sílabas. Es lo que en el lenguaje de los historiadores especializados se conoce como un semi-silabario.

El hallazgo de Trébago, además de su valor estrictamente arqueológico, contiene una invitación para enmarcar históricamente la comarca en los años que bordean el comienzo de la Era Cristiana.

Como hemos dicho más arriba, el área Celtibérica comprende "grosso modo" la zona que rodea el Sistema Ibérico, llegando más o menos hasta la provincia de Teruel. La comarca de Trébago perteneció a una de las tribus celtibéricas mejor documentadas, la de los Arévacos. Ciudades conocidas de esta zona son Numancia, Uxama (Osma) ["La Alta", en sentido figurado, no sólo que esté en un sitio alto]. Termancia, que hace alusión a "termas", "aguas calientes". Contrebia Leukade, poblado situado en Aguilar del Río Alhama (La Rioja), a escasos 20 Km de Trébago. [Contrebia deriva de Con-Treb, que quiere decir "Cien casas", metafóricamente "muchas casas", es decir, ya un pueblo. Leukade hace referencia al color "blanco". Es decir que Contrebia Leukade querría decir "pueblo blanco"]. De Leukade deriva la palabra Leucocito, que significa glóbulo blanco.

De ser cierto el presupuesto anterior, estaríamos en disposición de aclarar el topónimo de nuestro pueblo. Trébago querría decir Treb = Casa y Ago = Sitio, lugar. Haciendo referencia, en este caso, a una pequeña población.


Estela escrita con alfabeto ibérico,
encontrado en Trébago.
Las lenguas célticas, entre ellas el celtíbero, el latín, el griego, etc., son lenguas hermanas derivadas de un ancestro anterior común a todas ellas: el Indo-europeo. El pueblo que habló esta lengua primitiva extendió su cultura desde el norte de la India hasta la Península Ibérica. La proximidad entre dos lenguas derivadas del proto-indo-europeo, como son el celtíbero y el latín, se mantenía en los años de las guerras numantinas. Es conocida la anécdota, transmitida con sorpresa por los autores romanos, que trata sobre el entendimiento de los legionarios con los defensores de Numancia.

Otros elementos con los que podemos reconstruir la cultura celtibérica, además de los lingüísticos, son los arqueológicos, socio-culturales e ideológicos.

Entre los fragmentos de la cultura material tenemos las "fíbulas de caballito", (fíbulas = broches para sujetarse la capa). Es sobradamente conocida la colección de estos adornos metálicos conservada en el Museo Numantino.

Se les identifica bien en toponimia con nombres de poblados que contienen el sufijo "briga" (que quiere decir fortaleza). Por ejemplo "Segóbriga (ciudad situada en la carretera de Madrid-Valencia), "Julióbriga" (Fortaleza de Julio César, cerca de la actual Reinosa, en Cantabria).

Otra raíz que aparece mucho es "SEG" que quiere decir "Victoria" (Seg-ovia, Sasamón, que deriva de seg-i-samos, Sigüenza, con el sentido de Victoriosa).

A través de algunos antropónimos, es el caso del repetido "Ambatus" = servidor, o criado, tenemos un reflejo de una sociedad claramente jerarquizada. [El "Embajador" actual, sería un "servidor del estado"]. Por otra parte, las "téseras" de hospitalidad comunican algo sobre el mundo de las relaciones entre poblados, entre tribus o entre grupos familiares.

Las téseras son unos salvoconductos metálicos, con forma de animal (zoo-morfos) tales como peces, jabalíes, etc., a veces manos. Así, por ejemplo, una persona se colgaba un pez en el que figuraba una leyenda en la que decía: "Esta persona perteneciente a la tribu de los ... puede viajar libremente por el territorio de la ciudad de ...".

Se ha hablado mucho sobre el pensamiento religioso de los celtas peninsulares haciendo hincapié en su carácter naturalista. En su panteón destacan divinidades como "Las matres", "Epona", "La divinidad de los caballos", númenes de las fuentes, de los bosques, etc. Entre todas ellas se ha querido ver un dios "pancéltico", que es el dios LUG (el "Cuervo"), una divinidad mercurial (del dios Mercurio de los romanos) a la que se hace patrona de los "mojones", que son los que protegen los caminos. Es el benefactor del territorio (patrón de los caminos, de los comerciantes, de los zapateros, de los ladrones -que son los que andan los caminos-).

Tal vez el lapicida que grabó los signos ibéricos sobre la piedra de Trébago sonreiría con indulgencia al leer este resumen somero sobre su extinta sociedad, pero si sirve para aumentar el interés de los lectores de La Voz de Trébago sobre sus antepasados celtas, estará excusado el atrevimiento.

[anterior] [sumario] [siguiente]