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 por José Lázaro Carrascosa 
 
Día segundo de fiesta, 
día grande, día bello, 
espejo de tradición, 
donde con gran devoción 
se miran en él de un pueblo 
sus virtudes, sus anhelos, 
su alegría, y su ilusión. 
 
Día nueve de Septiembre, 
fecha solemne y señera 
que Trévago conmemora, 
trasladando a su Señora 
Virgen del Río Manzano 
de la iglesia, a otro "reinado" 
donde ya, hasta otro año, mora. 
 
Al repique de campanas 
salió Esta en triunfal cortejo 
y en el huerto de los Ramos 
una salve le cantaron, 
los viejos se despidieron 
hacia el pueblo se volvieron,... 
y en sus adentros, lloraron. 
 
Camino que va a la Ermita, 
avanza la procesión; 
¡Cuántas veces el pendón 
bajo los chopos frondosos, 
fue la ilusión de los mozos, 
que con pura fe lo portan, 
cuando nada les importa 
de su rostro sudoroso! 
 
De la espadaña el campano 
repicó a misa mayor, 
y el pueblo siente el calor 
que su patrona les da 
para poder elevar 
sus plegarias al Señor. 
 
Las despedidas son tristes, 
pero en este caso no: 
vuelve la alegre pradera 
a vestirse de color. 
Música, vino, jarana 
para la gente de humor; 
las niñas juegan al corro, 
los muchachos al balón, 
unos van a coger moras 
los otros a "Valmayor"; 
y en casa del ermitaño, 
refrescando como antaño 
todo el "Estado Mayor". 
 
Se restituye la calma, 
y ya en son de despedida, 
para la Virgen querida  
brotan las coplas del alma. 
 
El 9 de septiembre de 1965, José Lázaro dedicó los versos anteriores a la Virgen del Río Manzano. 
 
Así mismo, nos envía unas coplillas populares que se cantaban a la Virgen del Río Manzano no hace muchos años, y que aún permanecen vivas en la memoria de muchos trebagüeses: 
 
Virgen del Río Manzano 
gracias tus hijos te dan, 
y te pedimos perdón 
que Tú sabes perdonar. 
 
Virgen del Río Manzano 
la que estás en el pradar 
no te olvides de tus hijos 
que te quieren de verdad. 
 
Virgen del Río Manzano 
la que estás en el pradar 
mándanos una buena agua 
para empezar a sembrar. 
 
Virgen del Río Manzano 
no nos achuches el perro 
que somos muy chiquititos 
y tenemos mucho miedo. 
 
Virgen del Río Manzano 
tiéndenos tu mano blanca 
y échanos la bendición 
que nos vamos de tu casa. 
 
  
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