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Trébago hace Cien Años



por Vanesa Marqués

¡Hola lectores y lectoras de La Voz de Trébago! Ya tenía ganas de volver a escribir algunas letras para esta revista "nuestra revista".

Hace unos meses nos propusieron en el Instituto hacer un trabajo de nuestros pueblos. El trabajo tenía que ser sobre cómo era hace cien años, cómo se vivía, cuántos habitantes tenía, a qué se dedicaban los vecinos... en definitiva, tendría que hablar sobre la vida de nuestros antepasados vecinos, de las gentes que vivían antes, qué frecuentaban, lo que son ahora nuestros rincones.

La idea de aquel profesor de Historia me pareció fenomenal y pronto me puse, como vulgarmente decimos, "manos a la obra".

Lo primero de todo tenía que buscar documentación de Trévago en esa época, así que al primer sitio donde acudí fue a casa de Pepe Lázaro. Le conté la propuesta que me habían hecho y estuvimos conversando un rato. Finalmente me prestó un libro de Madoz donde aparecía nuestro pequeño "gran pueblo".

Al día siguiente, mi destino fue el Ayuntamiento. Ahí es donde más información encontré en lo referido a habitantes, actas del Ayuntamiento de 1898, etc. Son libros que no están muy bien cuidados, pero lo interesante es que todas sus hojas están escritas a mano.

Seguidamente llamé al actual párroco, D. Alfonso García Bermejo, para ver si me podía traer documentos de bautizos, confirmaciones, bodas y defunciones, ya que para su mejor cuidado y conservación los guarda en su propia casa. él accedió encantado.

Y como un gran punto de apoyo tuve a esta revista. Leí y releí cada párrafo de las ocho revistas que lleva publicadas. Cada escritor, con su artículo, me ayudaba a agrandar mi trabajo y mis conocimientos de Trévago, cosa que desde aquí agradezco.

Una vez que tuve el conocimiento de tipo externo sobre Trévago (lo referido a documentación, actas, etc.) lo que me movía era saber y conocer qué hacía la gente en su tiempo de ocio; como ya sabemos, no tendría nada que ver con lo que hacemos ahora nosotros; seguro que los jóvenes no salían de marcha a la discoteca de ágreda, también es probable que no saliesen a ver el último film al cine...

Como ya sabemos, la vida ha dado mucha vueltas desde entonces hasta ahora.

Parece extraño conocer que se divirtieran los niños jugando a las tabas (su estación correspondiente era mitad otoño, mitad invierno; se obtienen del hueso astrágalo del cordero o del cabritillo).

También se divertían con la tanguilla; casi siempre solían jugar junto al juego de pelota, que era de tierra, y a veces en el Portigao de la Iglesia. Algo anecdótico: si pasaba el cura por allí, se llevaba las perras y la tanguilla.

Y hasta con un trozo de madera de roble o de encina se divertían. Y ahora que tanto los niños como los mayores no nos desprendemos de la TV, del ordenador, de las videoconsolas...

Como os iba diciendo, el trozo de madera era lo que se denominaba como "la Calva"; en este juego el premio era una cena si la partida era a 100 tantos, una merienda a los 80 tantos, y si era a 50 se ganaban unos vinos.

Seguro que tenían más juegos para pasar el rato.

También cantaban cancioncillas populares de Trébago como éstas:

Ya te sacan de tu casa
cuatro hermosos hombres
para que bendigas los campos
y alegres los corazones.

Las campanas nos indican
con voz alegre y sonora
que va a entrar en nuestro pueblo
la más excelsa Señora.

¡Ay picos, picos del Moncayo
a cuántos pueblos mantienes
a unos con cargas de leña
a otros con copos de nieve!

Adiós Virgen del Río Manzano
que aunque me voy no te olvido
adiós Virgen del Río Manzano
con tu arboleda y tu río.

Y tantas canciones más, tan bonitas como éstas, cantaban. A mí me las ha hecho llegar Anita Martínez que una de las tardes que pasé en su compañía no paraba de decir una tras otra.

Después de hablaros y hablaros sobre cómo hice mi trabajo voy a contaros los datos que recogí. Empezaré hablando de la localización de Trévago (con la peculiaridad de que hay datos de 1898) por si nos lee alguien que no conozca el pueblo, como aquella chica que escribió "Ustedes no me conocen" en la Revista anterior.

Trévago es un pequeño municipio de la provincia de Soria, situado en la parte nororiental de la misma. Lugar con ayuntamiento, partido judicial de ágreda (3 leguas), audiencia territorial y capitanía general de Burgos, diócesis de Tarazona (5 leguas).

Situado en una pequeña altura con exposición al sur, libre a la influencia de los vientos, goza de clima sano.

Tiene 444 casas, consistorial, cárcel, escuela de instrucción primaria, frecuentado por 70 alumnos, dotada con 1.500 reales.

En su término y en su vallecito denominado Valmayor, en la parte norte de la Sierra del Madero, nace el río Manzano.

Trévago está entre unas montañas llamadas:

- Valmayor.
- El Cerro Santiago.
- Las Vegas: se dice que debajo de este monte hay un lago de unos 15 ó 20 metros por debajo de la tierra.

Caminos los que se dirigen a Soria, Tarazona, ágreda y pueblos limítrofes (todos en muy buen estado).

El término confina con los de Valdelagua, Fuentestrún, Montenegro y El Espino.

La producción de Trébago en el año 1898 era de trigo duro, cebada, avena... leña de combustible y buenos pastos con los que se mantenía el ganado lanar y caprino; hay cabezas de perdices, liebres, venados...

La industria: la agricultura y la arriera a la que se dedicaban la mayoría de los vecinos.

En el pueblo había muchos pequeños comercios, desde carnicerías, panaderías, charcuterías, fruterías, estancos, farmacias, herreros, ferreterías...

Había una población de 116 vecinos y 440 almas. Capital imponible: 41.978.

Trebago 100 Como datos de interés encontré en la Revista nº 3, en un artículo de José Lázaro, un pequeño párrafo que hablaba sobre lo que se acordó hacer en 1898 (la fecha que estamos tan a gusto estudiando).

"El 6 de enero de 1898 se autoriza al señor alcalde a que viaje a la capital y haga el pago de la segunda anualidad de la Dehesa Boyal, vendida a este pueblo. También se acordó abonar a Diego Largo 2 pesetas por la muerte de una zorra, con cargo a lo asignado para este fin en el presupuesto municipal. El 3 de marzo de este año se acordó arreglar el Canalón -uno de los paseos más bonitos que llegó a tener el pueblo-, en toda su extensión y por cuenta particular del Sr. Alcalde, y la prohibición de lavar en él cuando esté necesitado de riego. El trabajo consistió en la limpieza de malezas y zarzas, el arreglo de la acequia y paredes de los huertos y en la plantación de árboles. En estas tareas tenían empleados casi siempre a 2 ó 3 vecinos (los más humildes del pueblo), dándoles así a ganar unos jornales cuando estaban vacantes. La última obra que se acometió en 1898 es la limpieza del pantano, que consistió en retirar la arena acumulada en el mismo, realizándose a subasta en lotes".

Después de lo que se acordó hacer, voy a escribir sobre lo que había denominado anteriormente "datos externos".

Primero, recordaros que hace 100 años Trébago contaba con una población de 116 vecinos y 440 almas.

En 1898 hubo un total de 17 bautizos en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Esta información aparece en las páginas 193 a 198 del Libro Parroquial de entre los años 1857 a 1905.

La información de las confirmaciones está reflejada en la hoja 235. La confirmación fue hecha por el Sr. D. Juan Salcedilla y Romero, obispo de Tarazona en este pueblo el día 4 de septiembre, siendo padrinos Juan Izquierdo de Torre y Jacinta Abad. La suma del número de personas que se confirmaron es 54. Firma el documento el párroco, poniendo -Doy fe Fernando Abad, c Párroco-.

Siguiendo el orden, después de bautizarse y confirmarse vienen las bodas. El número de éstas en ese año fue escaso, tan sólo tres parejas contrajeron matrimonio (información inscrita en los folios 311 y 312).

El apartado que viene ahora no es de buen gusto, ya que se trata de las defunciones, contando con 3 defunciones de párvulos y 6 de adultos, total 9 muertos.

Y para poner el punto final en el apartado de datos externos hay que citar las actas del Ayuntamiento de 1898.

Un acta es un documento escrito que constata un hecho, en este caso los resultados del Ayuntamiento de Trévago en 1898.

En este año se hicieron 51 actas; un ejemplo de cómo eran esas actas es esta copia que adjunto, la cual pertenece al libro de sesiones del Ayuntamiento de Trévago, recogido en el libro entre los años 1883 y 1941.

Lo bonito de aquel trabajo fue el interés y el ímpetu que puse, investigué cada pequeño detalle por muy insignificante que fuese como una verdadera detective; hasta llegar a hacer un pequeño libro, que hoja por hoja confeccioné. Por cierto, deciros que me gratificaron con un sobresaliente en el trabajo.

La verdad es que, al principio, no tenía nada claro cómo iba a enfocar este artículo para que, al leerlo cada uno de vosotros, sintieseis esas vibraciones que desprendo a través de mi bolígrafo, al escribir cada palabra, con el fin de haceros llegar la historia de esta joya que tenemos por pueblo, sin aburriros.

Ya sólo me queda terminar animándoos a escribir cualquier cosa que os parezca interesante, para que entre todos continuemos haciendo brillar esta estrella, para que nunca deje de alumbrarnos con su luz.


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