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Escuadra futbolística 1955



por César Córdova Nieto

Adjunto una fotografía tomada por mi padre, Ángel Córdova Sánchez, del equipo de football formado en Trébago allá por 1955, si mal no recuerdo, y que espero sea del interés de la revista. Les comento que no había muchos partidos porque las pelotas escaseaban. Así mismo les mando un retrato del fotógrafo.

Referente a la fotografía del equipo de football de 1955 (Aprox.), les puedo comentar que, según mis recuerdos, había escasez de balones en aquel entonces. Incluso llegamos a jugar con una bola de periódicos amarrados con cuerda. Los partidos se llevaban a cabo en las eras. Las porterías constaban de dos piedras de unos treinta centímetros cuadrados colocadas a una distancia de tres metros entre sí. No había postes, tampoco árbitro, por lo que el espacio por el que pasaba la pelota cuando vencía al portero podía ser: fuera, marco, o gol, según la posición, o el equipo en el que estaba uno. Por esa razón, la tarde aquella en la que jugamos contra los de Valdelagua corrió la sangre. Fue un chut imparable. Ellos decían que no había sido gol y nosotros sabíamos que había entrado. Mientras discutíamos, la pelota siguió rodando, al camino, por el molino, tal vez por la nevera... No la volvimos a encontrar. El partido se dio por terminado de repente y la frustración de no poder seguir, el calor del verano, la seguridad de aquel golazo, calentaron los ánimos.

Los de Valdelagua se volvían a su pueblo y nosotros los seguíamos recordándoles a sus mamás. Luego, uno de ellos lanzó una piedra, ésta rebotó en el camino y le dio en la frente a Eduardo, el hermano de Jesús, "El Andaluz". Lo de que aquello acabó con don Félix intentando una tregua mientras tañían las campanas de la iglesia en tono de alerta roja ya lo he contado en la revista.

En el frontón también escaseaban las pelotas. Lo que no faltaba nunca era la capacidad de asombro y la posibilidad interminable de aventuras para un escuincle como su servilleta (Trad: un mocoso como su seguro servidor).


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